Notivida

martes, 5 de diciembre de 2017

¿Sabes qué es la violencia obstétrica? Muchas mujeres lo padecen y deja huellas en ellas

¿Sabes qué es la violencia obstétrica? Muchas mujeres lo padecen y deja huellas en ellas

Imagen de Valentina C
 PUBLICADO POR:VALENTINA C
  • Share on facebook
  •  
  • Share on twitter
  •  
  • Share on pinterest
bebe recien nacido 2
KATI MOLIN/SHUTTERSTOCK
De forma consciente o inconsciente muchas mujeres son violentadas durante el embarazo, el parto y el puerperio. Este tipo de violencia es llamada «violencia obstétrica» y es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una forma de violencia de género.
PUBLICIDAD
Si bien este tipo de violencia puede darse en esas tres etapas, la OMS presta especial atención en el parto que es donde ocurre con más frecuencia la violencia obstétrica. ¡Conoce más de la violencia obstétrica en este artículo!

¿Qué es la violencia obstétrica?

Fue en 2014 la primera vez en la que la OMS habló específicamente sobre violencia obstétrica y declaró que: «En todo el mundo, muchas mujeres sufren un trato irrespetuoso y ofensivo durante el parto en centros de salud, que no solo viola los derechos de las mujeres a una atención respetuosa, sino que también amenaza sus derechos a la vida, la salud, la integridad física y la no discriminación».
Este tipo de violencia excede lo físico y verbal, es también institucional y eso lleva a que muchas veces pase desapercibido, pero que de igual manera tenga consecuencias psicológicas en las mujeres que han pasado por el parto. Según Carolina Farías, psicóloga de la salud y docente de la Facultad de Psicología de Uruguay, en la violencia obstétrica «la mujer deja de ser vista, o nunca es vista, como sujeto y pasa a ser vista como un objeto, y en este caso, como un objeto que se interviene».
violencia obstetrica3
REALCREATION/ISTOCK
PUBLICIDAD
Para Farías «la mujer deja de ser vista como un individuo y el proceso del parto deja de ser visto como único e irrepetible de esa mujer y de ese bebé”. Y agrega que “somos tratadas como si fuéramos todas iguales. Es una máquina donde todas tenemos que salir iguales».
La violencia obstétrica es, para Gilda Vera, coordinadora general de la Red Latinoamericana y del Caribe por la humanización del parto y del nacimiento(Relacahupan), «todo lo que apunta a menospreciar a la mujer tanto psíquica, física y espiritualmente a la mujer en el embarazo, el parto y el nacimiento». Y enfatiza que «el parto es algo que le pertenece a ella. Todo lo que el equipo de salud haga para que no sea absolutamente natural, es violencia», agrega.

Violencia verbal y física

«Bueno, ahora no grites tanto que bien te gustó cuando te lo hicieron», «te gustó, así que ahora no grites», «vos opinaste mucho en este parto, en el próximo voy a mandar yo», pueden ser alguna de las frases que se escuchan por parte de ginecólogos hacia las mamás.
La violencia verbal y física son, quizá, las más evidentes; «destratar, decir malas palabras, o inclusive algunas veces hasta cachetear», son para Gilda Vera, las formas más evidentes de violencia obstétrica.

Lo invisible también nos afecta

violencia obstetrica2
ONFOKUS/ISTOCK
PUBLICIDAD
Pero hay otros aspectos más invisibilizados y en ellos trabaja Natalia Magnone, trabajadora Social, máster en Sociología, especializada en derechos reproductivos de las mujeres y con formación de Doula.
Magnone cuenta que los ginecólogos no son las personas que están mejor preparados para acompañar el parto, e incluso las instituciones están pensadas para que el parto sea rápido y se vacíe una cama. Los ginecólogos deberían estar para atender las complicaciones del trabajo de parto mientras las parteras -formadas en la ciencia y el arte de la partería- deberían ser las que asistan los partos normales. Además están las doulas, personas formadas para el acompañamiento físico y emocional de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio.
El actuar del equipo médico y de la propia institución podrían ser quienes másviolentan a las mujeres en el parto especialmente, pero también en el embarazo y en el puerperio.
Hay, para Magnone, cuatro aspectos del sistema médico que podrían estar relacionados con su actuar y con la violencia obstétrica. El primero de ellos es la medicina defensiva, «los médicos tienen que defenderse de las demandas que les hacen los pacientes y ginecología es muy demandada, ellos tienen que asegurarse que queden datos de lo que van haciendo, son más demandados por no hacer cesáreas a tiempo que por hacerlas».
PUBLICIDAD
violencia obstetrica4
OZGURDONMAZ/ISTOCK
Otro aspecto es el enfoque de riesgo, sin embargo para Magnone «es muy positivo categorizar posibles riesgos, pero estar buscando permanentemente la patología no ayuda al desenlace fisiológico del parto, existe un uso exagerado del enfoque de riesgos. El tercero, y muy importante, es el tiempo, ya que las instituciones no está preparadas para esperar el trabajo de parto».
PUBLICIDAD
Por último, también se tiene en cuenta la parte económica. Y para la coordinadora general de Relacahupan este es un aspecto muy importante ya que «el parto se transformó en un buen negocio y eso es lo que ha interferido en el derecho que tienen las mujeres a que el parto sea de ellas y no del equipo que las está atendiendo».
Los médicos pueden recibir un extra monetario por realizar cesárea. Según la recomendación de la OMS un país no debería superar el 15 % de las cesáreas, pero en varios países de latinoamérica ese porcentaje está brutalmente excedido, llegando en algunos países como Uruguay a casi el 45 %. Sin embargo, para Magnone «lo que está mal es el modelo institucional de asistencia al parto», y el rédito económico es un aspecto más de este sistema.

Los médicos, la institución y el sistema

violencia obstetrica5
JIAN WANG/ISTOCK
PUBLICIDAD
Hacer intervenciones innecesarias, romper la bolsa cuando no se debe, apresurar el parto, «violencia obstétrica es todo lo que trastoque el libre y natural funcionamiento de ese proceso que está escrito en nuestro cerebro. Lo estamos alterando y esas alteraciones son violencias en el cuerpo de la mujer», explica Vera.
Pero es también violencia la imposibilidad del contacto piel con piel dentro de la primera hora después del parto, cuenta Farías. Está comprobado científicamente que eso ayuda a las relaciones de apego y beneficia al bebé en el control de la temperatura y de la regulación emocional. Sin embargo, expresa Farías, eso no se cumple ya que se prioriza las cuestiones médicas como medirlo y pesarlo.
Está científicamente comprobado que la episiotomía, operación quirúrgica en la zona del perineo, no es necesaria en todas las mujeres y que solo se debería hacer en partos más riesgosos. Sin embargo, a la mayoría de las mujeres se les hace la episiotomía en el primer parto. Carolína Farías manifiesta que «está tan naturalizado que a las mujeres se les haga la episiotomía que una mujer que va a la sala de parto y se lo hacen no lo toman como extraño. Eso es porque a todas sus conocidas le han realizado episiotomía, cesárea o alguna forma de corte o mutilación de su cuerpo».
violencia obstetrica
PEOPLEIMAGES/ISTOCK
PUBLICIDAD
La violencia obstétrica se manifiesta de muchísimas formas, pero no todas son tan visibles y eso hace que muchas mujeres se sientan mal después del parto sin saber por qué. Pero Farías expresa que la mayoría de las veces aparecen con mucha fuerza cuando deciden tener otro hijo. «Empiezan a aparecer sensaciones de yo no quiero pasar por lo mismo y no saben por qué. Queda ese registro en el cuerpo y en las emociones».
Muchas cosas tienen que cambiar para que la violencia obstétrica esté completamente abolida, desde las instituciones hasta la formación de los médicos. Pero podemos empezar nosotras a hacer el cambio, a luchar para recuperar el parto y a que cada mujer pueda vivir como lo desea para recordar ese día sin recuerdos que no nos permitan disfrutarlo. Para las mujeres que así lo quieran el parto puede ser algo hermoso, luchemos para que eso sea posible.
 
Publicado por Roberto en 4:16 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest

La violencia obstétrica, una de las más naturalizadas en Bolivia

La violencia obstétrica, una de  las más naturalizadas en Bolivia“Cállate ¿por qué gritas?, ‘para que te embarazas, si vas a llorar, ‘puja y no llores’”, son algunas de las expresiones de maltrato que reciben las mujeres embarazadas al dar a luz en los hospitales y centros de salud del territorio nacional. Este tipo de ofensas es conocido como violencia obstétrica y pese a que es una de las más recurrentes es la menos denunciada, según la representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Ana Angarita.
“La violencia obstétrica es una de las 16 formas de violencia contra la mujer reconocida en la Ley 348, pero poco se habla y se denuncia, pese a que es muy recurrente en las instituciones de salud porque comienza desde que la mujer acude a los controles prenatales y es maltratada hasta el día de su parto”, afirma.
De acuerdo a Angarita, este tipo de maltrato se “ha naturalizado”, motivo porque las víctimas no revelan ni buscan mecanismos para denunciar la violencia obstétrica que sufren ante las instituciones de justicia.
“No hay denuncias porque la mujer no se siente lo suficiente empoderada para denunciar y buscar los mecanismos de denuncia de este tipo de maltratos, pese a que su dignidad ha sido mellada por los médicos y enfermeras”, señala.
Según la representante de UNFPA este tipo de violencia sucede cuando: se niega a la mujer información o acceso a métodos anticonceptivos para prevenir un segundo embarazo; se restringe la orientación necesaria durante el proceso de gestación.
“La falta de información sobre cómo protegerse de un segundo embarazo o cuando le impiden a la mujer tomar decisiones si quiere tener más hijos o no, o cuando los médicos, enfermeras usan un tipo de lenguaje culpabilizador hacia la mujer por llorar o quejarse por los dolores durante el paro o el embarazo “, indica.
Datos
La Encuesta de Prevalencia y Características de la Violencia contra las Mujeres 2016, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en referencia a violencia obstétrica en Bolivia, detalla que de 830.178 mujeres que tuvieron en los últimos cinco años, el 64,1% declara que sufrió agresión psicológica en los establecimientos de salud públicos, mientras que en las clínicas privadas 35,4% afirma que fue víctima de este tipo de maltrato durante el momento de parto.
De acuerdo al estudio, 68 de cada 100 mujeres declara que durante el proceso del parto o alumbramiento no se les permitió estar acompañadas por alguien de su confianza, mientras que 55 de cada 100 señalan que sus dudas no fueron aclaradas, ya que el personal médico no respondían a sus interrogantes.
Además, el 50,4% refiere que por el mal trato que recibieron se sintieron limitadas a expresar sus miedos y el 45,7% de mujeres detalla que recibió críticas por llorar y gritar de dolor durante el trabajo de parto, mientras que el 39,6% de las embrazadas señala que el personal médico se burlaba de su comportamiento con comentarios irónicos o en tono de chiste.
Para la representante de UNFPA, Ana Angarita, estos datos de subregistro sobre violencia obstétrica del INE son muy importantes para levantar mayores datos, por lo que adelantó que su organización y la Defensoría del Pueblo debaten una propuesta para instalar puntos de información en hospitales y centros de salud que recopilen denuncias y den orientación sobre los derechos de las mujeres para evitar este tipo de maltrato.
“Queremos hacer estudios que nos permitan profundizar este tema porque no es posible que los médicos y enfermeras incurran en este tipo de maltrato hacia las mujeres (…) Estamos debatiendo un proyecto con la Defensoría del Pueblo para hacer un estudio el próximo año (2018) para implementar espacios de información y denuncias en los hospitales”, destaca Angarita,
Por su parte, la presidenta de Comité de Víctimas de Negligencia Médica de La Paz, María Espejo, afirma que este tipo de quejas no es muy común en su organización, pero de los casos que toman conocimiento, las mujeres, sobre todo del área rural se limitan a comentar como una experiencia más en su vida, este tipo de maltratos que sufren durante el parto.
“Las mamás no va denunciar que son maltratadas, muchas se aguantan o por vergüenza o porque creen que es normal porque ven que los médicos tratan mal a todas y además no tienen dónde quejarse. A nuestra organización pocas veces llega este tipo de quejas, pero no quieren ir más allá porque no tienen plata, ni información o por vergüenza. Muchas no saben dónde tiene que acudir o a las Defensorías o la Policía”, dice.
Espejo indica que este tipo de maltratos también es parte de la violencia de género y que las autoridades deben velar por la salud de las mujeres embarazadas y evitar que este tipo de maltrato siga siendo “invisible” en los nosocomios.
“Los médicos te dicen cómo debes comportarte durante el parto, o en qué posición estar para dar a luz, no dejan que la mujer se exprese de forma natural, si no haces caso te gritan o se burlan de vos, a muchas compañeras le ha pasado, pero no van a denunciar por miedo y creen que es normal, pero este maltrato también es violencia de género y hay que denunciar. Las autoridades tienen que trabajar en este tema”, afirma.
Apuntes sobre el MALTRATO A EMBARAZADAS
El momento
La violencia obstétrica está relacionada con el maltrato que sufre la mujer durante el embarazo y son realizadas tanto por el sistema sanitario privado y público. Este tipo de violencia se puede sufrir durante el período de gestación, el parto, pero también hasta posteriormente.
Secuelas
La violencia obstétrica se trata de una forma de violencia y como tal y como muchos otras clases diferentes siempre dejan algún tipo de secuelas psicológicas, que en muchas ocasiones va mucho más allá de lo emocional, y pueden llegar incluso a ser físicas.
Formas
La violencia obstétrica se inserta en las prácticas ejercidas por los y las profesionales de la salud en las instituciones tanto públicas como privadas y se expresa de diferentes maneras, como violencia física, psicológica, sexual, económica y simbólica. A su vez, está atravesada por relaciones de poder entre la autoridad médica y las pacientes.
Publicado por Roberto en 3:36 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest

lunes, 25 de septiembre de 2017

Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resilientes

Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resilientes

Por Rosario Linares
 el 17 de noviembre de 2014
0
2.7k
0
876
¿Sabes qué es la resiliencia? ¿Quieres aprender a ser más resiliente?
resiliencia
A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.

Resiliencia: definición y significado

La resiliencia, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.
La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

resiliencia practicaLa resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos  podemos desarrollar a lo largo de la vida. Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

Las personas que practican la resiliencia:
  1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
  2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
  3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
  4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
  5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para asombrarse ante la vida.
  6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
  7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
  8. No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.
  9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
  10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
  11. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
  12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.

La resiliencia en los niños

resiliencia niñosSi queremos que nuestros hijos afronten las dificultades de la vida con fortaleza es importante educarles en la capacidad de ser resilientes, para ello es fundamental nuestro ejemplo, no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en que ellos pueden. Por supuesto, tampoco se trata de exponerles a peligros o ambientes agresivos “para que se hagan más fuertes”, afortunadamente no estamos en Esparta. Aportar seguridad y protección es necesario. Algo importante que podemos preguntarles a los niños cuando tienen un contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la resiliencia es ¿qué puedes aprender de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido?
Publicado por Roberto en 7:26 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest

viernes, 22 de septiembre de 2017

La salud y la enfermedad en el siglo XXI

La salud y la enfermedad en el siglo XXI

¿Qué es estar sano hoy? ¿Qué es estar enfermo? ¿Cómo han cambiado esos conceptos a lo largo de las décadas? Hacia una mirada integral sobre el estar y sentirse bien. Cinco claves para vivir más.
La salud y la enfermedad en el siglo XXI
La risa es salud Mujer riendo
LAS MÁS LEÍDAS
de Salud
Activar el metabolismo: cómo transformar el cuerpo en una máquina de quemar grasas

Activar el metabolismo: cómo transformar el cuerpo en una máquina de quemar grasas

1
Blonde girl: el cambio de look de Eva de Dominici

Blonde girl: el cambio de look de Eva de Dominici

2
7 lugares para conocer gente (más allá de las apps de citas)

7 lugares para conocer gente (más allá de las apps de citas)

3
Limpiar lo viejo para recibir la fuerza de la primavera: tradiciones alrededor del mundo

Limpiar lo viejo para recibir la fuerza de la primavera: tradiciones alrededor del mundo

4
¿Por qué creemos en horóscopos?

¿Por qué creemos en horóscopos?

5
los videos más vistos
Nicole Kidman, ganadora del premio Emmy a Mejor Actriz 2017 y protagonista de la serie Big Little Lies.

Nicole Kidman, ganadora del premio Emmy a Mejor Actriz 2017 y protagonista de la serie Big Little Lies.

Kenzo

Kenzo

(181) comentarios
  • salud

  •  
  • sano

  •  
  • psiconeuroinmunoendocrinología

¿Qué es estar sano hoy? Lo primero: la salud no es sólo la ausencia de enfermedad. Una persona sana es aquella que disfruta de bienestar físico, mental y social. Así lo define la OMS. Y en ese sentido se orienta la medicina en el siglo XXI.

"Estado de completo bienestar físico, mental y social".  Eso es estar sano hoy, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No se trata sólo de ausencia de enfermedades y análisis clínicos con resultados normales. No. Estar sano hoy tiene que ver con una armonía entre lo físico, lo psíquico y lo emocional. Un estado difícil de alcanzar, es cierto. Pero hacia allí se debe apuntar.

Esta concepción amplia de la salud tiene en cuenta que los cuadros emocionales y el contexto social inciden sobre el bienestar de las personas, más allá de que contraigan o no determinadas enfermedades.

Múltiples estudios confirman la interrelación entre ambos aspectos. El estrés laboral, por ejemplo, incrementa el peligro de sufrir infartos (puede llegar a provocar un aumento del 46% en el engrosamiento de las arterias, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Berkeley), por lo que es considerado un factor de riesgo tal como el sedentarismo o la mala alimentación.

Y así como el estrés afecta negativamente el "estado de completo bienestar físico, mental y social", algo tan simple como la risa puede ayudar a alcanzar y mantener esa armonía. Según investigaciones de la Universidad de Stanford, reír 30 veces al día contribuye al buen estado de salud física y mental y constituye un escudo contra la ansiedad y el estrés.

Esta es la idea de salud que sostiene la psiconeuroinmunoendocrinología, el área de la medicina que combina psicología, psiquiatría, neurología, inmunología y endocrinología. Desarrollada sobre la premisa de que no puede estudiarse un órgano o una parte del cuerpo sin tener en cuenta a la persona en su totalidad, en su relación cuerpo y mente, esta disciplina apunta al estudio del sistema nervioso, contemplando el impacto que pensamientos, emociones y sentimientos tienen sobre la salud. Sólo así, sostienen sus impulsores, puede comprenderse qué es ser una persona sana hoy. Y aspirar a serlo.


¿Qué es estar enfermo hoy?

"Alteración más o menos grave de la salud", dice el Diccionario de la Real Academia Española como primera acepción del término enfermedad. La OMS, en tanto, emplea el concepto de "peligro para la salud" para referirse a cualquier "efecto biológico, no comprendido en el margen de compensación fisiológica normal, que es perjudicial para la salud o el bienestar".

El concepto de enfermedad hoy utilizado es multidimensional.Por eso en la Estadística de Enfermedades y otros Problemas de Salud -publicada por la OMS- se tienen en cuenta, además de los trastornos físicos, los ocasionados por factores sociales y emocionales.


Cinco Claves para vivir mas
Publicado por Roberto en 5:17 No hay comentarios:
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio
Suscribirse a: Entradas (Atom)

Archivo del blog

  • ►  2020 (1)
    • ►  mayo (1)
  • ►  2019 (2)
    • ►  abril (1)
    • ►  marzo (1)
  • ►  2018 (4)
    • ►  mayo (2)
    • ►  marzo (1)
    • ►  enero (1)
  • ▼  2017 (6)
    • ▼  diciembre (2)
      • ¿Sabes qué es la violencia obstétrica? Muchas muje...
      • La violencia obstétrica, una de las más naturaliza...
    • ►  septiembre (2)
      • Resiliencia: Los 12 hábitos de las personas resili...
      • La salud y la enfermedad en el siglo XXI
    • ►  julio (1)
    • ►  abril (1)
  • ►  2016 (4)
    • ►  diciembre (1)
    • ►  noviembre (1)
    • ►  enero (2)
  • ►  2014 (6)
    • ►  abril (2)
    • ►  marzo (1)
    • ►  febrero (3)
  • ►  2013 (20)
    • ►  diciembre (2)
    • ►  noviembre (1)
    • ►  octubre (2)
    • ►  agosto (2)
    • ►  julio (10)
    • ►  mayo (2)
    • ►  abril (1)
  • ►  2012 (4)
    • ►  mayo (4)
Tema Fantástico, S.A.. Con la tecnología de Blogger.