domingo, 21 de julio de 2013

MARCAPASOS

MARCAPASOS
Escribe: Roberto Márquez
Hace unos días el responsable del Programa Nacional de Chagas, anunció la socialización de una Ley que busca implantar  ‘marcapasos’ en pacientes con cardiopatía chagásica -una complicación de la Enfermedad de Chagas-, para cubrir al 10% de personas que sufren de  la tripanosomiasis chagásica.
Según el propio Ministerio de Salud, la Enfermedad de Chagas, transmitida por la Vinchuca, en una vasta zona endémica que abarca al 60% del territorio nacional, habitan  alrededor de 4 millones y medio de habitantes, expuestos a la enfermedad.  Se deduce entonces que, medio millón de personas, recibirían tales marcapasos. Veamos: El costo de un marcapaso debe oscilar en el mercado entre  3 mil  a 11 mil dólares, dependiendo de sus características y del tipo de artefacto necesario, ‘para cada individuo’, y sin considerar los costos médico-quirúrgicos
La medida parece loable, y de hecho lo es.  Sin embargo, tal propuesta ha sido analizada y debatida ampliamente hace muchos años atrás, en la disyuntiva: implantar marcapasos, o tomar medidas preventivas con participación comunitaria efectiva. A estas alturas, se puede colegir que el Ministerio de Salud, parece haber pedido la batalla contra la Enfermedad de Chagas, haber perdido la visión de la problemática, y los objetivos del Programa, para lanzarse a una política anti-chagásica que puede ser graficada de esta manera: 'esperar que sucedan accidentes, y dedicarse a atender a los accidentados’, en tal actitud, no puede haber nada más incoherente que antepone una decisión costosísima, a la más barata, de mayor impacto, de amplia cobertura y factible como son la prevención, promoción, control, tratamiento y vigilancia de la Enfermedad de Chagas.
Creo que el gobierno y las autoridades de salud, deberían tomar las cosas en un escenario de una real magnitud, y resolverlos primero con son: los problemas asociados a la falta de recursos para un programa de control vectorial sostenible, fallas críticas que afectan negativamente a la eliminación de las poblaciones de vectores en las viviendas, falta de estrategias complementarias al rociado con insecticidas en las casas infestadas con triatominos ‘Vinchucas’; estudios paralizados de evolución de la resistencia al insecticida en poblaciones de campo de vectores de la enfermedad de Chagas.
Lamentablemente se ha visto con mucha preocupación que en las comunidades del Chaco el uso de insecticidas no está dando los resultados esperados, habiéndose confirmado la presencia de poblaciones de triatominos, que desarrollaron resistencia a los insecticidas utilizados por el Programa Nacional y los Programas Departamentales de Chagas. Los insecticidas que se están utilizando ahora, los carbamatos, resultan siendo muy tóxicos para los seres humanos, animales, plantas, que crean pronta resistencia en los vectores y falta de adhesión de las comunidades y las familias.
El Programa Nacional está mostrando severas fallas en su concepción, tiene el deber de corregirlas. La población se siente abandonada y no ve que las políticas desacertadas, coyunturalistas resuelvan el problema de fondo. La Enfermedad de Chagas no se combate con marcapasos.

Tarija, 22 de julio de 2013

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